domingo, 23 de mayo de 2010

-LA MUJER EN LA HISTORIA DEL ARTE- 3ª Parte. (Del Cuerpo de la Mujer)

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Otra línea de trabajo es la que parte del cuerpo de la mujer, y en algunos casos, a partir del cuerpo de la propia artista.
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La condición femenina en el arte, como en el sexo, ha venido configurándose hasta ahora como la de objeto, más que sujeto. Las mujeres a menudo han desarrollado una relación con su cuerpo como si de su propio objeto se tratase. La independencia de la mirada masculina produce una configuración de seres híbridos entre la declaración de su propia independencia y la costumbre de producir, de constituirse en deseo para el otro. Se trata de adquirir una mirada propia, de reconquistar otro sentido para el cuerpo femenino.

La mujer como propiedad sexual, la belleza de la mujer como tesoro, como objeto codiciado, es una constante en la historia del arte. En cualquier colección de cualquier museo podemos ver desnudos masculinos heroicos, dignos, patéticos, sufrientes, ejemplares. Por otro lado los desnudos femeninos, más frecuentes aún, suelen ofrecer una gama más limitada: pasivos y bellos.



Algunas obras interesantes son, por ejemplo, la de Vanezza Beecroft, que reúne unas mujeres que han de mantenerse estáticas o condenadas a repetir movimientos disfrazados de un "deseo masculino". En Rubias de ensueño, las modelos ataviadas con pelucas rubias esperan pasivamente en una habitación, algo que no parece tener principio ni fin.



Otro ejemplo es Orlan, que se ha hecho famosa por la manipulación declarada de su propio físico En muchas de sus intervenciones esta manipulación no iba dirigida a un embellecimiento tradicional del cuerpo (cirugías plásticas), sino a resaltar la metamorfosis como una imposición personal sobre su propio cuerpo y su imagen.
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También la obra de la norteamericana Cindy Sherman trabaja investigando el tema de los estereotipos femeninos. Sherman se fotografía a ella misma disfrazada, maquillada y vestida en determinada situación y enfoque, de modo que la narración y el papel que ella ocupa nos es inmediatamente evidente, ya que parte de una secuencia que reconocemos. Así queda patente la configuración de una identidad femenina en base a unos pocos elementos.





Por otro lado, esta un camino que parte de Frida Kahlo, en el que ciertas artistas han buscado connotaciones que insertan su identidad en el flujo de la vida natural. Donde la apropiación del cuerpo mediante experiencias como el dolor, el parto, y otras transformaciones privadas, buscan reivindicar una visión del cuerpo femenino que le aleje de su servilismo al estereotipo del placer masculino.

Es con un cierto misticismo que presentan una visión de la naturaleza antropomórfica y femenina (Antropomorfismo, una forma de personificación (aplicar cualidades humanas a objetos inanimados) parecida a la prosopopeya (adoptar la personalidad de otra persona).
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Frida Khalo, basó su producción artística autobiográfica desde su postración, causada por un accidente de tránsito, y los avatares de un cuerpo herido. Pinto con obsesión su propia imagen combinada con expresiones oníricas a veces brutales. Parte de su obra es erróneamente asociada a la corriente surrealista. No obstante, ella misma declaro: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".
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La tercera línea temática es: “La Mujer y el Arte Activista”.
Para conocer de este, ir al siguiente enlace: http://cucutarte.blogspot.com/2010/01/mujer-arte-y-activismo.html

martes, 18 de mayo de 2010

-LA MUJER EN LA HISTORIA DEL ARTE- 2ª Parte. (El Estructuralismo)

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A partir de la segunda mitad del siglo XX, luego de luchas reivindicativas, las mujeres logran su reconocimiento como artistas. De allí se perfilan tres líneas claras de producción artística: “El Estructuralismo” o Arte Feminista, “Del cuerpo de la mujer”, y “El Activismo Artístico”.
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El “estructuralismo” es uno de los métodos más utilizados para analizar el lenguaje, la cultura y la sociedad en la segunda mitad del siglo XX. Busca las interrelaciones (las estructuras) a través de las cuales se produce el significado dentro de una cultura.
Dentro de una cultura el significado es producido y reproducido a través de varias prácticas, fenómenos y actividades que sirven como sistemas de significación. Se estudian cosas tan diversas como la preparación de la comida y rituales para servirla, ritos religiosos, juegos, textos literarios y no literarios, formas de entretenimiento, etc.
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Ha habido una serie de mujeres artistas que se han interesado por buscar esa genealogía de saberes (ocultos, escamoteados, ridiculizados), que conforman la creación en femenino. Señalando como propiamente femeninas: la costura, la cocina, la casa.
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Sin embargo, es significativo que el prestigio social que tienen actualmente estas actividades, coincide con la apropiación masculina de estas acciones, convertidas ahora en profesiones.
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Así debe entenderse el uso en el arte del hilo y la aguja, de alusiones a la cocina y al hogar.




Quizás la artista que ha logrado una imaginería del hogar con toda la ambivalencia odio-amor, haya sido Louise Bourgeois, que realiza una plasmación imaginativa y emocional del sentir femenino del hogar. Bourgeois establece una serie de asociaciones entre los hilos sutiles del afecto y la identidad materna, en que la aguja sirve para unir pero también suturar, cerrar, obstaculizar. Equipara las concavidades de la matriz con la madriguera, la guarida, pero también la celda, la prisión. Sus obras nos hablan de fertilidad y nutrición, pero también de represión, de dominación.
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En esta misma línea hay muchas artistas que trabajan con la temática del hogar en una línea de pensamiento que se ha denominado las mitologías domésticas. Por ejemplo vemos en la obra de la artista egipcia Ghada Amer, un tapiz colorístico con hilos colgando, como de la maraña de hilos surge la imagen de una mujer masturbándose. La imagen entra en conflicto con la tradición de la mujer sometida.






Otros ejemplos podrían ser Cosima von Bonin o Tracey Emin. En sus obras encontramos esa típica contradicción que convierte un medio como la costura, tradicionalmente ligado al ámbito privado y personal, en uno que ocupa un lugar de exposición pública.



Así también ha de entenderse la serie de fotomontajes de Martha Roesler llamados “House Beautiful in Vietnam”, en que se yuxtaponen las imágenes de una casa ideal, salidas de una revista de decoración de los años 70, con imágenes de la guerra que se estaba dando al mismo tiempo.
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Aunque la obra más significativa, en esta línea de trabajo, es “La Cena” dé Judy Chicago. Esta es una instalación que consta de una mesa grande en forma triangular (la forma simbólica del sexo de la mujer), en la que se sitúan 39 platos de comensales, todas mujeres de las artes, la política y las ciencias, a las que se rinde homenaje. En cada plato encontramos representaciones pictóricas y escultóricas que hacen alusión a la anatomía genital femenina. La obra es un mestizaje entre la alta cultura (la historia de las artes, ciencias y la política) y la cultura popular (cerámica, cocina, decoración). El tema de la mesa que sirve para marcar acuerdos históricos (firmar tratados de paz), y simboliza la configuración de una sociedad (la mesa redonda artúrica), aunado a su carácter sacrificial y conmemorativo (La última cena de Jesucristo), sirve para invitar a la historia a todas aquellas mujeres a las que se ha olvidado.

Es una reivindicación de su sexualidad y de que su papel en la historia del mundo no se limita a servir las mesas.

domingo, 2 de mayo de 2010

“ TALLER-ESCUELA, ALONSO CERON ” –XVI Salón-

En una ciudad carente de espacios académicos para el aprendizaje de las artes o los oficios, el TALLER-ESCUELA de Alonso Ceron es un oasis en este desierto.

Del maestro conocemos muy bien, además de la afabilidad que le caracteriza, el virtuosismo que despliega en sus obras, y su capacidad para transmitir ese conocimiento. Por todo esto concurren, como alumnos, desde los niños hasta los adultos mayores. Esto desde hace ya casi veinte años. Dentro de los alumnos actuales habría que destacar que dos de ellos realizan sus pinturas, el uno con la boca –Néstor Raúl Ruiz-, y el otro con el pie –Jesús David Sánchez, debido a encontrarse afectados por parálisis corporal.

Cada alumno desarrolla su evolución de una manera personal bajo la dirección del maestro Alonso, permitiendo a cada uno ir tan rápido como desee, o hacia los intereses particulares que se tengan.


El Taller-Escuela hace énfasis en la creatividad dentro del proceso de aprendizaje de los niños que allí se han inscrito. De ello se encarga Rolando Ceron, hijo del maestro Alonso, quien le imprime un dinamismo creativo con el que logra la complicidad de los alumnos.

Durante los últimos 16 años, se realiza una muestra de los trabajos que desarrollan los alumnos en el Taller-Escuela. En esta ocasión, la muestra se exhibe en el “Museo Centenario”.

“Museo Centenario”.
Calle 14 Nº 1-03
Barrio, La Playa.