sábado, 30 de mayo de 2009

DIVAGACIONES A LA SOMBRA DE UN MUSEO

Es Cúcuta la única ciudad capital de Departamento en este país, que no posee museo.

En el diseño original del proyecto Bavaria se tenía considerado su construcción, la cual, ya no será un hecho en la nueva propuesta que se socializo y que dio pie, al Concejal Pedro Duran Barajas, para citar a un debate en el Concejo Municipal. Esa fue la única voz que se escucho en esta ciudad que no reproduce ecos culturales.

El anterior martes 19 de Mayo, la Gobernación entrego en comodato por un periodo de 5 años, el “Museo de Arte e Historia” a la “Fundación Museo Centenario Norte de Santander y Ciudad de Cúcuta”. Esta fundación nació el año anterior y en su junta directiva se reconocen algunas de las mas sobresalientes figuras de esta ciudad, todas personas idóneas para conducir este tipo de procesos, que deben ser liderados por las cabezas mas visibles e influyentes de una sociedad.

Deseo que lo de los 5 años sirva como meta para tener una adecuada sede propia.

Como dice el dicho; “A caballo regalado, no se le miran los dientes”. La realidad del Museo de Arte e Historia, con sus techos bajos y sus espacios comprimidos, no permite la adecuada exhibición de las piezas ni el desarrollo de las actividades propias de un museo. Sirve temporalmente como base para atender las cuestiones administrativas y sobre todo, sirve como trinchera para desplegar diversas estrategias que lleven a la construcción de una sede definitiva.

No es lo mismo reformar o adecuar, que construir. Considero improbable que se vuelva a dar la fortuna de tener un museo construido de cero, que incluya en sus planos los requerimientos necesarios para el mismo, tales como: Adecuadas salas de exhibición, correcta iluminación, espacios para “el museo vivo”, zona administrativa, bodega y más cuestiones que lo conforman. Por esto, considero lamentable su exclusión en el diseño del proyecto Bavaria. Se nos fue la única oportunidad que hemos tenido de “construir” el museo que tanto la ciudad, como sus habitantes y visitantes, se merecen.

Los asentamientos humanos se consideran “Ciudad” no solamente por el numero de habitantes, su dimensión e infraestructura (mega proyectos), sino lo que le confiere ese titulo, es además, el poseer estructuras invisibles que consoliden el tejido social en virtud de los valores mas nobles del ser humano.

MUSEO DE ARTE E HISTORIA
Calle 14 No 1-03. La Playa.

miércoles, 27 de mayo de 2009

REGINA SILVEIRA

La exposición es una propuesta en torno a la reflexión de las sombras, aquello que de la luz se genera con el hecho de habitar.

Es una instalación que puede extrapolarse a cualquier espacio, es la pieza surgida del proyecto. Una propuesta escenográfica despojada del cuerpo solido, dando paso a lo ilusorio, alusivo, metafórico y distante; donde los agentes activos de la visión se hacen presentes cuando el espectador se desplaza en el espacio de exhibición.

La instalación logra producir una cierta dislocación de los sentidos, consiguiendo colocarnos en un estado mental diferente, en la que el espectador tiene una experiencia que parece y aparece debido al desplazamiento.

Es una pieza que explora la imprecisión y el correcto entendimiento de las cosas.



Del 11 de Mayo al 10 de Julio.
AREA CULTURAL BANCO DE LA REPUBLICA.
Dg. Santander 2E-38.






sábado, 23 de mayo de 2009

"1er FESTIVAL DEL ABSURDO"

Hay eventos que ayudan a generar pertenencia e identidad regional, que se vuelven estables y son orgullo de una región o ciudad. Como lo son el Festival de teatro de Manizales, el de Bogotá o como ha sido en nuestra ciudad el Cúcuta Deportivo.

Recién acabamos de perder una gran oportunidad con el mal llamado “1er Festival arte al parque”. Mal llamado pues hubo un arte al parque en el Simón Bolívar, hace ya 5 años. Ni era el primer festival de teatro que se realizaba en Cúcuta, como lo dijeron los organizadores en la inauguración del evento, al inicio de la obra “Antìgona” del teatro la Candelaria en el Zulima. Esto es desconocer nuestra historia, los hechos y personas importantes para esta ciudad como Edgar Bello, quien desde el teatro “El portón” de la U.F.P.S, organizo y realizo de manera impecable, ocho festivales internacionales de teatro universitario. Aquí en Cúcuta.

El festival como hecho cultural, puede ser de gran impacto. Pero lo sucedido aquí es vergonzoso, no fue más que un cúmulo y una cadena de desatinos, las cuales dejan al descubierto la inexperiencia, improvisación y falta de conocimiento del organizador Moisés Mera. Quien de lejos muestra que nunca ha participado a ningún nivel de la organización o realización de un evento de este tipo y por tanto, desconoce las necesidades propias de este.

La difusión fue pobre y carente de toda creatividad. La pésima asistencia a las pocas funciones que se realizaron, se debe a esto. La gente en la ciudad desconocía de la realización del evento, pues no se puede soportar la difusión con tan solo unos afiches y volantes, creyendo que esto es suficiente.. Hay que copar los medios y los espacios, se debe ser recursivo, lograr que la ciudad y su gente se sientan en ambiente de festival, que se respire festival.

La logística no solo se resume a las necesidades propias para la representación de las obras dentro de las salas o sitios al aire libre, tales como escenografía, utilería, vestuario iluminación y sonido. También implica un entramado donde se cruzan las necesidades de transporte, información, seguridad y demás, de los grupos invitados y el público asistente, Pero sobre todo de cumplir tanto los requerimientos técnicos de los invitados como de atenderlos muy bien, para que se vayan con una buena imagen de esta tierra y sirvan de difusores, para que tanto ellos como otros grupos o personas, respondan positivamente cuando de venir a Cúcuta se trata.

Parte fundamental de un festival como hecho cultural, son las actividades anexas a este.
Los talleres, las conferencias, las muestras y demás, estuvieron ausentes de la planeación y programación. Da tristeza ver como se desperdicio una gran oportunidad debido a la estrechez mental. Si vienen grupos de España, de Venezuela o Colombia, de excelente trayectoria como la candelaria, programe talleres. En teatro son muchos: de actuación, de voz, de maquillaje, de iluminación y así por cada una de las cuestiones que comprende el teatro. Facilitarles a los actores, los jóvenes y ciudadanos en general, acceso a estas personas que vienen de afuera, al conocimiento que traen, abrirles la oportunidad de prepararse y mejorar su nivel, es casi de carácter obligatorio. Acercar estas actividades a los colegios, universidades, agrupaciones y publico en general, para que entiendan y disfruten el teatro que van a ver durante el festival y así, comenzar a cautivar un público quienes con su asistencia logran que eventos de este tipo se vuelvan estables en una ciudad.

Con respecto a lo administrativo del festival, hemos conocido de voz propia de los interesados, el incumplimiento en los requerimientos y el no pago a grupos como L`explose, Río teatro caribe, Azudanza, Circo ciudad y técnicos como Raúl Ulloa. Pero hay más de eso. En sus inicios el señor Mera reunió a un grupo de jóvenes para buscarle recursos al festival, el acuerdo era que ellos buscaban las empresas y como en cualquier venta de publicidad, les correspondería un porcentaje tal. Todos fueron abandonando el barco al naufragar sus esperanzas de pago por parte del señor Mera, aun cuando ya las empresas habían desembolsado sus aportes. De igual manera, los grupos locales de danza y teatro que participaron en el evento de lanzamiento dos meses atrás, todavía hoy están esperando que el señor Mera les tire aunque sea un flotador.

En estos momentos, ya finalizado el festival, hay que hacer un balance de daños, perjuicios y pérdidas:

Primero y por encima de todo, perdió la ciudad de Cúcuta. Por todas las puertas que se cerraron y las que se cerraran, por el mal nombre que de nuestra ciudad quedo impregnada la mente de cuantos vinieron a traer sus obras a este “1er festival del absurdo”. Ya comentaran con sus colegas, familiares, amigos y quien quiera oírlos, de lo “folklóricos” que son en Cúcuta, por decir lo menos. Pues tienen el derecho, ya que les fallaron en todo. Esto va completamente en contravía de lo que hemos vivido y visto en nuestra ciudad en los últimos tiempos, es contrario a lo que todos deseamos y buscamos de nuestra ciudad.

Damnificados los grupos de teatro, de danza, los jóvenes de logística, de publicidad y a cuantos no se les cumplió con lo económicamente pactado.

Las empresas patrocinadoras que vieron su nombre ligado a un fracaso. En estas hay desde multinacionales recién llegadas a la ciudad, las cuales por política propia y marketing, buscan crear vínculos con la comunidad patrocinando este tipo de eventos culturales. También las empresas locales que luchan por abrir espacios y apoyar las actividades artísticas como Cerámica Italia o Vergel y Castellanos S.A., a quienes desde hace años hemos visto vinculados y apoyando toda empresa artística que se realice o desarrolle en la ciudad. Todas estas empresas locales, regionales, nacionales e internacionales, fueron abusadas en su buena fe.

Los espectadores, frustrados tras cada cancelación o no presentación de las funciones programadas. Que falta de respeto para con el público, visitantes y habitantes de esta ciudad.

Perdieron a futuro los
artistas y gestores culturales que verán más complicada la ya difícil realización de eventos, pues ni las personas y empresas que trabajaron y apoyaron este festival, les habrán quedado muchas ganas de volver a vincularse en actividades de tipo cultural.

Aquí perdimos todos, por culpa de la soberbia del organizador. Quien cree sabérselas todas y no ha hecho más que implantar malas versiones de exitosos proyectos artísticos realizados previamente en otras muchas ciudades. Fue deprimente e indignante ver, hace ya meses en el parque Santander, los módulos -mal copiados- de Foto-museo exhibiendo publicidad de un almacén de zapatos en el espacio correspondiente a la obra de arte. ¡Que nos respete a todos!

Este gran daño a la ciudad, a los artistas, gestores culturales y ciudadanía en general, lo produjo una sola persona, Moisés Mera. Y ¿Quién es Moisés Mera?, me pregunto, se lo pregunta la gente y sobre todo se lo debieron preguntar las personas y empresas que de buena fe, decidieron apoyar esta iniciativa. Realizar un festival no es tarea de poca monta y siempre se debe exigir un currículum de trayectoria y realizaciones anteriores con respecto al área o tarea a desarrollar. No seamos tan “Folklóricos”.

Al señor Mera le digo: “No es lo mismo manejar y vender arte, que carne de vaca.


(Este escrito lo realice a final de Julio del 2007, recién terminado el festival. lo entregue a una persona que conozco y labora en LA OPINION y nunca quisieron o atrevieron a publicarlo).